Gastón Aliaga y Fernando Carande son los fundadores de Indigo Lumieres que parece salida de un guión de cine. Todo tiene un hilo y una historia por detrás. Orgullosos de pertenecer a un fuerte movimiento disruptivo que se está dando en Córdoba, apuestan a hacer luminarias con tecnología, diseño y calidad para toda la vida.

Fernando y Gastón, socios en Indigo Lumieres.

Cuando llegas a Indigo Lumieres lo primero que uno ve es una mesa de ping pong. “Cuando no nos ponemos de acuerdo, 3 partidos de 11 y todo se resuelve. Y eso que yo soy malo”. El protagonista de la anécdota es Gastón Aliaga, licenciado en cine y socio de Fernando Carande, arquitecto. La inquietud por la luz, las ganas de hacer, la sensibilidad artística y muchas inquietudes relacionadas al diseño, son los materiales sensibles de los que nace Indigo Lumieres.

Relatada por Gastón, la historia es verdaderamente cinematográfica, y el desarrollo de las escenas que conformaron sus hitos tienen el suspenso necesario y el venturoso desenlace de un guión fílmico.

“Empezamos jugando con un vidrio que se rompió, y en ese momento decidimos que teníamos que hacer algo juntos. Inventamos un ‘artefacto’ que todavía no tiene nombre, ni sabemos bien qué es. Pero nos dijimos ‘vamos a fabricar esto’. Muy convencidos renunciamos a nuestros trabajos, pero luego nos dimos cuenta de que esto era la nada misma y que no se podía repetir. Habíamos empezado una empresa con un objeto que no sabíamos si era arte, una luminaria, o qué”, rememora un elocuente Gastón.

El “artefacto” inclasificable. Punto de partida. Ph:@indigo_lumieres

Mucho más que luz
“Yo soy director de cine y me importa mucho la luz. Lumiere es un concepto importante. El nombre no habla de lámparas… El color índigo es el último color que se descifra en el espectro. Lo descubrió Newton y el ojo humano no lo percibe, pero es el que completa el espectro de colores. Me parecía divertido, y tiene cierto misticismo. Ser elegido para hacer cosas distintas”, desentrama.


En este momento están trabajando sinérgicamente con todos los estudios de los que alguna vez fueron “fans”. “Es algo muy lindo de sentir. Córdoba está en un momento disruptivo. Para mí Córdoba siempre fue aburrida. Yo me fui a vivir a Buenos Aires, porque sentía que acá el techo me aplastaba la cabeza. Ahora estamos felices de formar parte de esta movida”, confiesa un enérgico Gastón.

Luminaria Custom, Jhonny B Good Cerro – Ph:@indigo_lumieres

“Lo que está pasando en Córdoba es como la Nouvelle vague, como la Bauhaus. No sólo en lo que tiene que ver con la arquitectura. La gastronomía aprendió. La política también. En 20 años se han desarrollado obras impresionantes. Tenemos gente haciendo lo suyo desde lo privado, y convenciendo a la política de lo que tiene que hacer. Se vive, se ve, se disfruta. Las personas sensibles desde chicas esperamos que pase en nuestra ciudad lo que está pasando hoy en Córdoba. Están sonando las campanas”. (Gastón Aliaga)


Sinergia y sana competencia
En Indigo Lumieres trabajan con los grandes estudios de la ciudad. “Estamos en una ciudad de gente talentosa con la cual hacemos sinergia. No trabajamos con presupuestos, sino con proyectos aunque no salgan. Nuestro respeto y dedicación no es solo con el cliente, sino principalmente frente al estudio”, relata.

Estudio AFT. Luminarias Linear Combo- Ph:@indigo_lumieres

Aunque finalmente no se venda, valoran que piensen en ellos. También sostienen que es importante saber decirle que no al cliente. A veces los proyectos que traen no se adecúan a sus productos. “Tenemos un lema: una buena luminaria lo mejora todo, pero una mala luminaria, lo arruina todo”.

En este sentido, apuestan por la sana competencia. Gastón nos relata que en más de una oportunidad se reunieron con la competencia. “Nunca sentí la necesidad de guardar nada porque no percibí que me fuera a copiar. Nos vimos tres veces y en las tres fue muy generoso conmigo. Me dio algunos datos que todavía uso. Pero también yo celebro que a ellos le vaya bien. Vamos por caminos distintos y eso es muy sano”.

Calidad, diseño y tecnología
“Nosotros hacemos distintos tipos de luminarias. Tenemos una unidad de negocios de objetos diseñados o pensados por los clientes y resueltos por nosotros. Le llamamos la línea Ophidia, porque suelen ser curvas”. El desafío es permanente; analizar el proyecto a fondo para tratar de convertir lo imposible en viable”.

Luminaria Windows - Ph:@indigo_lumieres

Su punto bisagra no es “el vidrio roto”, sino que se remiten al momento en el que llamaron la atención del distribuidor de las lámparas que utilizan actualmente. Como todos, ellos trabajaban con tiras led, pero se enteraron que existía una tecnología superior en el mundo. Unas tiras -que no son led- que duran 50.000 horas prendidas.

Finlandia es el único país del mundo con energía 100% renovable. Multiplican cada watt y lo cuidan. A un puntito de led, le ponen una lupa y hacen que ese puntito rinda por seis.

Iluminación de fachada comercial Iwulski – Ph:@indigo_lumieres

La concreción de una alianza con una firma finlandesa, es otro de los hitos que recuerdan con orgullo. “Cuando vimos a dónde iba a llegar nuestra luminaria, empezamos a creer en nosotros. A darnos cuenta de que la calidad de las luminarias iba a ser tan buena como las de Alemania. Hasta ese entonces nos llamábamos a nosotros mismos ‘artesanales’, pero ahí percibí que iba a poder viajar por el mundo sabiendo que no tenía nada que envidiarle a los demás. Y hoy hacemos eso”.

Gastón se auto percibe 100 % ecologista. La filosofía y el camino que recorren en Indigo es opuesto al de los chinos: hacen cosas para toda la vida, literal. “Hacemos una lámpara para pasarle con el auto por encima”.

Luminaria Ophidia - Ph:@indigo_lumieres

A diferencia de los chinos que ponen sus drivers dentro de las lámparas, en Indigo Lumieres los colocan afuera, de modo que se pueden cambiar si se queman. “Es muy lindo sentir que vendemos realmente calidad, para toda la vida y damos garantía de 5 años. Somos amigos de nuestros clientes. Eso es lo más lindo que nos pasa”, resume Gastón.

El orgullo de pertenecer a esta movida cordobesa se plasma como una marca.

Estamos invirtiendo fuerte en matricería. Pero no llevan nuestro logo, tienen la inscripción ‘Industria Argentina. Hecho en Córdoba’. Cuando nuestros productos lleguen a Buenos Aires quiero que sepan que están hechos acá”.

Gastón y Fernando son como el ying y yang. “Es impresionante la sinergia que tenemos. Somos muy distintos, vemos las cosas muy diferentes, pero no hay una persona en el mundo que yo admire más que a Fer”. Al proceso de diseño lo llevan adelante entre los dos. Son como una pareja. Discuten, pero sobre todo se eligen.

Luminaria Linear X- Ph:@indigo_lumieres

“Creo que elegirnos fue la mejor decisión del mundo. Un vidrio roto, y fuimos para adelante. Funcionó. Mi sueño más grande es que dentro de 30 años pueda comer un asado con Fer. Que seamos felices. Que aunque Indigo no esté, la cosa funcione. Que aunque nos divorciemos, esta pareja que hoy se elige, en 30 años pueda seguir haciéndolo. Lo humano ante todo”.

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