Cuando la arquitectura despierta los cinco sentidos

Arquitecto Marcelo Barella

Uno de los principales proyectos, La Deseada, lo presentan como un repensar antes del construir. ¿Porqué?

Sí, en general para nosotros cada proyecto es un repensar, ¿no? O sea, cada vez que nos encargan un proyecto repensamos todo, las formas, la tecnología con que lo vamos a hacer, cómo se relaciona esto de habitar, con el medio ambiente. La Deseada fue un encargo muy particular donde el cliente nos desafió: “yo quiero otra cosa, quiero también repensar mi forma de vivir” nos dijo, y eso fue muy lindo. Nos permitió a nosotros jugar y poder también volar un poco con las ideas, crear.

¿Cómo describirías construir en el desnivel?

En realidad, esas son las cosas que te permiten y que te desafían a un proyecto diferente porque a partir de esas condicionantes surgen las ideas. Sin desafíos, te cuesta más proyectar porque esas dificultades son las que te disparan las ideas y las soluciones.

Enfrentarte, transformar eso que te condiciona. Sin dudas es lo que a nosotros nos hace generar proyectos que tengan alguna interacción distinta con la naturaleza, con el paisaje, con el medio ambiente y los convierte en desafíos interesantes.

Casa Pedraza – La Deseada. Estudio Barella

Volviendo a La Deseada y sus particularidades... ¿cómo se logra la adaptación?

Cuando hacemos arquitectura y hacemos una casa que es específica, lo lindo y lo interesante es ver cómo adaptamos nosotros esta arquitectura a su propia forma de vida, porque esto es como un traje a medida. Esas son otras de estas condicionantes, pero también nosotros tenemos una filosofía propia en el estudio de la cual tratamos siempre de transmitir al cliente. En el caso particular de este cliente había realizado entrevistas en muchos estudios hasta que llegó a nosotros.

Tener un cliente tan entusiasmado con la idea de su proyecto, de su casa es fantástico y fue alguien que se involucró mucho y nosotros decimos que muchas veces cuando uno hace una vivienda unifamiliar los resultados, son más producto del cliente que nuestro, porque ellos son los que generan muchas de estas cosas. Nosotros tenemos una dialéctica propia, estamos convencidos de algunos elementos que tienen que estar en la arquitectura: ¿Cómo se relaciona con el medio ambiente? ¿Cómo se relaciona con el uso? ¿Cómo se resuelven estas condicionantes? ¿Cómo trabajamos con la materialidad? Entonces si nos buscan, también es un poco por esto. Ese es un camino que de a poco y con el tiempo nos reconocen por estos criterios y por lo que hacemos.

Obra AF – Fincas del Sur II. Estudio Barella

O sea, que han logrado una identidad del estudio en base a la materialidad que utilizan y a la forma o a la manera en que construyen.

Bueno, yo creo que sí o por lo menos es nuestro camino. Tenemos un método, un concepto general de la arquitectura, de lo que creemos que tienen que ser y cómo. Tenemos criterios y cada vez reforzamos más en charlas internas en el estudio toda nuestra filosofía de trabajo, o sea, qué cosas son las que para nosotros son importantes y que tienen que estar en nuestros proyectos.

La madera y el hormigón son materiales que están presentes en sus obras. ¿Son elecciones, tendencias o es el estilo de arquitectura?

Parte de nuestra filosofía con la que tratamos de trabajar es que la arquitectura tiene que ser perdurable, o sea, la arquitectura tiene que tener esa condición de perdurabilidad en el tiempo por eso desde el uso hasta los materiales, desde los espacios y su flexibilidad para que se puedan ir adaptando a lo largo del tiempo y en los diferentes usos tratamos de trabajar con espacios que sean flexibles y con materiales que duren, porque es una condición que tenemos que nuestra arquitectura sea perdurable en el tiempo. Motivo por el cual intentamos usar materiales nobles, que tengan una vejez, una buena vejez y que al mismo tiempo esta materialidad nos traslade sensaciones, nos interesa mucho lo sensorial en arquitectura. Cada uno de los materiales es tratado de forma particular, la madera, el ladrillo. Tratamos que los materiales se expongan, que nos muestren sus cualidades de brillo, de color, las que tienen intrínsecas. Que estén lo más natural posible nos da esa condición propia del material sin artificios, por eso elegimos estos materiales.

Obra BC – Villa Allende Golf – Estudio Barella

¿Y cuál es la importancia que le das a la luz natural en la construcción?

Quizás sea por una historia personal - señala Marcelo y comenta - Yo perdí parte de mi vista de muy chico a causa de un corte en el ojo y desde ese momento no tengo filtro de la luz y por lo tanto mucha sensibilidad. Creo que esa condición ha hecho que yo perciba con mucho cuidado y trabaje con mucho detalle la luz. De allí me propongo trabajarlo de forma muy sutil. Cuando diseñamos los espacios, cómo los iluminamos es casi lo vital en nuestro diseño y analizar la luz para reforzar las emociones es nuestro trabajo.

Arquitectura postpandemia: ¿se tuvo que repensar la arquitectura, crees que hay una nueva forma de habitar?

Yo creo que la pandemia fue algo que todavía no terminamos de tomar dimensiones lo que nos ha generado y cómo nos ha cambiado. Nos hace repensar muchísimas cosas, ha habido cambios que son directos como el trabajo en la casa, hubo cambios que son psicológicos internos de falta de control que tenemos sobre algunas cosas y cómo lo manejamos. Y creo que esto en todos los hechos de la arquitectura está presente. Y nosotros como arquitectos tenemos que dar una respuesta a estos cambios.

Nosotros hemos repensado un poco los espacios en función a esto, incluso la gente ha pensado también las formas en que habitan los espacios. Les ha permitido pensar si esa es la forma que quieren vivir.

La verdad que en estos tiempos, de muchos cambios, nos presenta continuamente condiciones nuevas para repensar, por eso cada vez que nos toca un proyecto es esta oportunidad de repensar todo.

¿Una ciudad en el mundo?

¡Difícil!... porque hay ciudades que uno quiere por una cuestión de su gente y hay otras ciudades que uno lo cautivaron y lo enamoraron. Si tuviera que decirte que ciudad me enamoró completamente desde el primer momento que bajé, fue París, una ciudad que a mí me cautivó y me emocionó tremendamente. Siempre fui muy fanático de Roma de su arquitectura, de sus espacios, pero cuando llegué a París me cautivó, fue amor a primera vista... tiene unas condiciones lumínicas que reflejan en los edificios de París, me cautivó esa luz, esa atmósfera.

Obra casa de las sierras – Mendiolaza Córdoba – Estudio Barella

¿Qué o quiénes te inspiran?

Me inspira mi familia, me inspiran mis hijos... y arquitectos... desde lo arquitectónico, tengo muchas personas que me inspiran. Me he inspirado mucho en algunas obras en particular también, encontrarme con edificios que a veces no son tan conocidos y que de golpe me empiezan a despertar todos los sentidos. Como arquitecto creador de atmósferas me pasó mucho en la obra de Rogelio Salmona, por ejemplo, una obra que fotográficamente uno no alcanza a percibir la dimensión de todo lo que él trabajó. Hoy con las tecnologías y lo visual es muy fuerte. Creemos que la arquitectura son imágenes que nos van pasando y en realidad nos faltan todos los otros sentidos y cuando llegamos a un lugar en donde esos sentidos empiezan a despertar, suceden cosas que son invisibles pero que se perciben desde otro lugar.

Y desde esta filosofía, ¿una obra o un diseño que te haya conmovido?

Mirá, me emociono y me emocioné, tremendamente cuando entré al Panteón de Roma. Fue algo que no pude casi sostenerme. Me tuve que sentar para poder entender ese espacio en donde estaba y qué me estaba pasando ahí, en ese espacio de casi 45 metros de diámetro o 46, con ese oscuro central en donde baja la luz y sentís esa sensación tan particular. Creo que nunca me pasó de emocionarme a ese nivel.

Obra La Ponderosa – Las Corzuelas – Estudio Barella

¿Tu material preferido?

No tengo un material preferido. Creo que el hormigón es un material muy hermoso porque es maleable. Me parece que es un material muy noble, que es el material de nuestra época. Sin embargo, me encanta trabajar con el ladrillo porque es muy nuestro y tenemos muy buenas manos de obra para trabajarlo. En este sentido, considero que lo tenemos que aprovechar porque son oficios que se están perdiendo; tenemos el privilegio de todavía tener gente que trabaja de forma magnífica el ladrillo y conseguirlo con recursos no tan costosos y se fabrica cerca, es tierra... es nuestra tierra y lo tenemos a mano, entonces me encanta trabajar con el ladrillo.

Cada material tiene sus características, y nos gusta trabajar con todos, pero teniendo siempre cuidado de que cada uno tenga fortaleza, evitar que al trabajar con muchos materiales eso les quite protagonismo a algunos; si eso sucede los ponemos a competir, por eso apelo a la sutileza.

Marcelo, Inés, Sofía y Leandro – El equipo de Estudio Barella

¿Próximos desafíos o sueños por cumplir?

Nuestro propósito y nuestro desafío es seguir dándole fuerza a esta filosofía, a esta arquitectura que venimos trabajando, y poder comunicarla más.

Hay un desconocimiento general de la arquitectura. Creo que es necesario difundirla, enseñar estos conceptos de los cuales estamos hablando. Creo que es un desafío para nosotros que esta arquitectura no quede en ámbitos arquitectónicos solamente.

En el estudio tenemos una fuerte convicción de salir de ahí, de dar a conocer esta arquitectura que hacemos y estos conceptos que tienen que ver con las atmósferas, con las emociones, con nuestros materiales, creo que ese es un gran desafío que tenemos.

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